PREECLAMPSIA EN EL PUERPERIO
De acuerdo a la OMS más de 200.000 muertes maternas ocurren cada año en el mundo
como consecuencia de las complicaciones derivadas de la preeclampsia-eclampsia
La preeclampsia grave o severa es una enfermedad del endotelio de causa desconocida, que se
manifiesta con hipertensión arterial y proteinuria luego de la 20a semana de gestación o en el
puerperio. Es un síndrome de falla
multiorgánica con o sin hipertensión y/o proteinuria, que pone en riesgo la vida de la madre y el feto,
carece de tratamiento específico.
Criterios diagnósticos de preeclampsia
El diagnóstico de preeclampsia se confirma por la existencia de:
Hipertensión arterial igual o mayor de 140/90 mmHg
Que se inicia a partir de la 20a semana de embarazo
y se asocia con:
Proteinuria mayor de 300 mg ó 0,3 gramos/24 horas
El edema fue excluido como criterio diagnóstico. Normalmente, en la fase final del embarazo podrá
existir algún grado de edema pretibial. Se considera edema patológico al que afecta regiones no
declives -cara y manos- y suele asociarse a los casos de preeclampsia. En ocasiones, el aumento
de peso es mayor de 1 kg en el transcurso de pocos días, menos de una semana.
La hipertensión posparto se define como presión arterial
de 140/90 mmHg o más que suele presentarse en las si-
guientes 48 h y hasta 28 días posparto, inclusive más de
seis semanas posteriores al parto.
Se
caracteriza por hipertensión arterial, edema y posible pro-
teinuria. En casos severos las pacientes debutan con convulsiones o eventos vasculares cerebrales.
Las mujeres con hipertensión posparto pueden experimentar mayor estancia hospitalaria y
quizá mayor ansiedad sobre su recuperación. La presión
arterial aumenta progresivamente durante los primeros cinco días después del parto, y llega a su máximo entre el
tercer y sexto día. Se cree que este patrón de presión arte-
rial es el resultado de la movilización del espacio extravascular al intravascular, de los seis a ocho litros de agua
total del organismo y de los 950 mEq de sodio total
acumulados durante el embarazo.
Entre el tercero y quinto día después del parto se ha
observado natriuresis, y se cree que sería el resultado de un
aumento en las concentraciones séricas del péptido natriurético auricular (PNA), el cual cumple funciones en la excreción urinaria de sodio y en la inhibición de la aldosterona, angiotensina II y vasopresina; se ha observado también
que sus niveles séricos se incrementan durante la primera
semana después del parto.
Se desconoce qué ocasiona la recurrencia posparto, de la hipertensión. Otra posibilidad es el fracaso de la
reducción posparto esperada en los niveles de angiotensina I
sérica, un intermediario inactivo de la angiotensina II que
es un potente vasoconstrictor.
La preeclampsia posparto constituye un estado de so-
brecarga crónica de volumen y sodio que contribuye al incremento del gasto cardiaco, edema y elevación de la pre-
sión arterial. La mayor parte del sodio acumulado se pierde
rápidamente durante el parto; a pesar de lo anterior, la
homeostasis de agua y sal puede tomar dos o más meses
para regresar a niveles anteparto.
Las cifras de tensión arterial permanecen elevadas durante las primeras 6 semanas y deben
controlarse estrechamente, ajustando periódicamente la dosis de los medicamentos. En
pacientes con proteinuria severa, esta debe mejorar ostensiblemente durante las primeras
4 semanas; cuando esto no ocurre probablemente exista una nefropatía asociada.
Los paraclínicos generalmente se normalizan en 72 horas. Es importante recordar que las
plaquetas disminuyen hasta en 50% durante las primeras 24 horas de puerperio,
especialmente en los casos de síndrome Hellp.
Las pacientes hipertensas en el puerperio se deben dar
de alta después del tercer o cuarto día posparto, ya que el
riesgo de hemorragia intracraneana y de eclampsia es bajo
después del tercer día. Se debe dar alta a la paciente siem-
pre y cuando tenga una presión arterial < 150/100. Todas
las pacientes deben ser evaluadas como mínimo cada siete
días durante las primeras 12 semanas posparto para disminuir o aumentar la dosificación farmacológica, entregando
siempre instrucciones claras sobre sintomatología de encefalopatía hipertensiva y de eclampsia en la primera semana
posparto. Si después de 12 semanas de seguimiento la paciente persiste hipertensa o aún requiere de medicamentos
antihipertensivos se debe catalogar como hipertensa crónica y debe ingresar a un programa de hipertensión arterial.
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